La conceptualización es muy evidente si hacemos el ejercicio de reflexionar sobre el nuevo origen de esta marca. Todo parte de la interpretación de las bolas de un helado que se unen y se mezclan. En ese punto de encuentro se generan dos direcciones. Finalmente, nos dejamos enfriar y buscamos el símil de la dirección de la tipografía con una boca, dos labios formando “Helados Tazacorte”.